Hoy me he despertado pensando en la gente de mi alrededor, de aquellas que, después de un tiempo han decidido quedarse en mi vida, otros que, se han unido hace poco a ella y los que salieron por la puerta de atrás sin despedirse.
Por suerte o desgracia, yo soy una persona que lo piensa todo mil veces, que cuando alguien se acerca a mi lo doy todo al 100%, y no puedo evitarlo, no me importa querer con todo el corazón siempre y cuando no me lo destrocen, llamadme ilusa, pero sigo creyendo que hay gente buena y que se merecen lo mejor del mundo. Pero esto no va de creer o dejar de creer, sino de las personas que me han abandonado a lo largo de mis veintidós años.
Ha habido gente que, simplemente, nuestros caminos no han estado destinados a seguir juntos, por A o B, ese tipo de personas que, echando la vista atrás te preguntas <<¿Qué habrá sido de?>> Esas personas que dejaron una huellita que se ha borrado con el paso del tiempo, momentos que habréis pasado juntos pero sin llegar a significar mucho en tu vida, pero seguro que algo has aprendido de ellos, un pequeño gesto, una mirada, una frase. Yo tengo mucha gente así. Sobre todo, porque cuando tenía catorce o quince mucha gente desfiló por mi vida, y no se quisieron quedar, una pena, pero soy de las que creen que las cosas pasan por alguna razón. Solo espero que esas personas recuerden de la misma forma que recuerdo yo sus huellitas, las que yo les dejé.
Por otra parte están esas personas que dejaron de caminar un tiempo con nosotros pero que aparecen de la nada y vuelve a ser todo como si nunca se hubiesen ido. He de decir que estas son las mejores, las que nunca se van, las que pase lo que pase sabes que estarán ahí. Por suerte yo tengo de estas. De las que, nuestras vidas siguen, pero un café lo arregla todo, y da igual que pasen días, semanas o meses, porque son las que quieres que te acompañen toda la vida. Como ya he dicho, tengo muchas personas así, pero voy a destacar a mis dos almas gemelas, trillizas mejor dicho, mis dos chicas, las que me llevan acompañando a lo largo de mi vida, y que ahora tengo lejos, muy lejos, pero que siguen siendo y serán mis chicas. Porque hay amistades que no necesitan compartir espacios, ni tiempos, ellas son de esas.


Y por último las que salieron por la puerta de atrás como si no te hubiesen conocido. Esas que cuando te cruzas con ellas por la calle o te giran la cara o te saludan con una sonrisa forzada y manteniendo distancia. Para mí, estás son las que más duelen, porque, en general, son personas que han marcado un antes o después, que han pasado muchas cosas, que las he querido con toda mi locura y que, de la noche a la mañana, tomaron la decisión unilateral que se había acabado, porque sí o porque no. Estas personas, haciendo de nuevo una generalización, suelen ser las que más te han prometido, las que más "te quiero" me han dedicado y más "por siempre" y "nunca" han utilizado. Bueno, las cosas siempre pasan por algo, y supongo que, con mucho mucho tiempo terminarán siendo de los del primer grupo, aún doliendo, porque, no sé el resto del mundo, pero yo les pienso, me pregunto si sus vidas irán bien, aunque me haya dolido, si serán felices si habrán conseguido lo que querían y si se acordarán de mi las mismas veces que ellos pasan por mi mente. Aunque me quede el único consuelo de que algún día, en algún momento de mi vida serán personas de <<¿Qué habrá sido de?>>

Aunque nunca se sabe.