lunes, 9 de junio de 2014

Una carta

Hoy he recibido una carta de una persona muy especial para mi ( si, una carta de papel con remite y sello) y ha  sido leerla  y emocionarme,  para empezar porque, como ya he dicho era de alguien a quien quiero mucho, alguien que desde que conozco (hace ya casi tres años) es muy importante en mi vida, y leer el contenido de la carta ha sido increíblemente significativo para mí. Por otra parte el hecho de abrir el buzón y encontrar entre publicidad y recibos  una carta con mi nombre en la solapa de la carta escrita a mano ha sido una gran sorpresa para mi, por eso hoy voy a escribir sobre las cartas.

Es muy curioso como hemos perdido  la costumbre de enviarnos cartas, hechas a mano en las que nos decimos lo que sentimos, lo que nos ha pasado o lo que queremos que pase. No se el resto del mundo,pero yo adoro escribir, ya sea a ordenador o a mano, me encanta, y, admito que, como al resto del mundo, se me ha olvidado esta práctica de mandar cartas hasta que recibí una.

Recuerdo que, de pequeña, un amigo se fue a vivir lejos (para ese entonces Valencia de Alicante me parecía como si fuese otro país muy muy lejano) y, como mi caligrafía y sabiduría no me dejaba escribir mucho, mi madre me ayudaba a enviarle cartas donde hablábamos de nuestros días, de nuestros quehacer, y que nos echábamos muchísimo de menos. He de decir que esas cartas las conservo como si se tratase del tesoro más valioso del mundo, porque a día de hoy sigo leyéndolas y acordándome de él, que, gracias a las redes sociales, he podido mantener el contacto muchos años después. Tengo que preguntarle si sigue teniendo mis cartas...

Es extrañamente confortante leer la carta de alguien a quien quieres, porque, cuanto menos, es bonito, y sobre todo saber que esa persona ha hecho un esfuerzo, primero en redactarla, con su "puño y letra" ( expresión que, a este paso, se perderá) y después el hecho de comprar sobres y sellos, acercarse al buzón más cercano y enviarla con la esperanza que llegue de una pieza a su destinatario. Como ya escribí ayer, soy una romántica, y más romántico que una carta no hay nada, y da igual que sea de un amigo, familiar o amante, la sensación que produce abrir la carta y leer su contenido no se puede superar. 

Así que me he propuesto enviar cartas, para que podáis sentir la emoción que siento yo al abrirla y leerlas, guardarlas con cariño en una cajita y que, dentro de unos cuantos años sigan con el mismo contenido, pero con un valor sentimental muy superior que cuando la recibimos. Así que, quien esté dispuesto a experimentarlo que me deje su dirección :)


Posdata: Gracias tete por tu carta.

1 comentario:

  1. Me encanta todo lo que dices , y como lo dices , estoy muy orgullosa de ti, y te echo de menos, te quiere tu ( tita Maru ) muchos muchos muchos besossssssss

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